El NO, no es Solamente un No

Conoces la canción que dice así
en euskera; "Hegoak ebaki banizkio neria izango zen, ez zuen aldegingo.
Baina horrela, ez zen gehiago txoria izango, eta nik, txoria nuen maite".
Lo que realmente quiere decir
es, que aprendamos a amar sin amarrar. Que amar de verdad a alguien es cuando
la amas tal y como es, y si la deseas de verdad, la amarás sin cortarle las
alas, respetando su libertad. Lo controversial de mi opinión está en cuanto le
das más vueltas al asunto y digo que me refiero a la NO monogamia. Cuando en
realidad estoy hablando de lo perjudicial que es la monogamia y de que, en esta
mítica canción vasca, que es casi como un himno para toda Euskal Herria, hallo
en su mensaje fácil de descifrar, una connotación anti monógama. Cuando la
conexión del concepto dentro del mensaje incluso llega a ser meramente
evidente, plantearse una postura a favor o en contra de dicha idea termina
siendo odiosa para todos los abertzales tradicionales. Pues podrán haber estado
toda su vida cantando esta canción como algo incluso patriótico, al cuál le concibieron
una relación con la política independentista, donde el pájaro sería quien
representase nuestro bonito país vasco, que simplemente quiere ser libre, y
cantásemos a favor de su liberación. A su vez, dentro de este grupo de personas
orgullosas por la patria vasca, cabrían una importante cantidad de señores y
mujeres tradicionales, conservadores, anticuados, retrógrados y acomplejados
reprimidos cabezotas, que defenderían con un puño golpeando como una dura roca
en sus estómagos irreciclables, la fidelidad y perpetuidad de la religiosa monogamia.
Llegados a este punto, yo me parto y me mondo. Me troncho de la risa.
La monogamia no sólo hace que
disminuyan las probabilidades de ligar. Cuantas más parejas monógamas, menos
sujetos dispuestos en la galería. Sino que, además, hace que la mentalidad que
se apruebe socialmente sea la de la fidelidad absoluta al marido. Un enorme
miedo imperial a ser considerada fulana por ser infiel, que predomina en esta
sociedad. Un terrible temor a la desaprobación de los demás, que lleva a la
decisión propia de cada mujer, de reprimir hasta el último ápice de sentimiento
amoroso o deseo jocoso, hacia otro hombre que no sea el adjudicado. Dudas e
inseguridades en la toma de decisiones a la hora de elegir el "sí" en
cualquier ofrecimiento por parte de un varón. Ya que dicha decisión en una
sociedad monógama es la que te impregna la vida para siempre. Con la monogamia
el elegir solamente a uno, se convierte en una apuesta tan vertiginosa, que
hará de los niveles de tu adrenalina, un dragón atravesando la montaña rusa con
fuegos artificiales. ¡Te juegas la vida! Es todo o nada. Con todos los riesgos
que supone ello. El desahogar todos tus sentimientos amorosos sobre una persona
humana. Reprimirse del resto del mundo, y verter todas tus tensiones sexuales
sobre una sola persona y que lo aguante. No me extraña que tengan discusiones,
la violencia es el otro medio por el cuál salen disparadas las tensiones de
forma impulsiva. Por lo tanto, la monogamia es peligrosa.
Lo que más pena me da, es que todos esos pájaros sin alas reprimen sus necesidades delante de la demás gente, y lo reprimen con tal fuerza, que terminan odiando a quien se ofrecía para liberar.
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